Hoy hemos celebrado el Domingo de Ramos, la entrada de Jesucristo a Jerusalén rodeado de su pueblo con cantos y gritos de alegría, dando inicio así a la Semana Santa.
Este canto, es el canto y la alegría de tantos pecadores perdonados que volvieron a confiar y a esperar. Tenemos que abrir nuestro corazón al que viene con su paz, para servir y para amar.
Jesús murió gritando su amor por cada uno de nosotros; que esta Semana Santa sea una respuesta de amor, al amor infinito que se derrama sobre nosotros, consolándole, amándole, reparándole y recibiéndole. Busquemos tiempo para hacer oración, unidos al Señor y a la Santísima Virgen.

[FAGP id=3180]